Volvemos a las seis de la mañana, exhaustos, con las rodillas echas polvo después de esperas, colas, prisas, y sobre todo de la inmensa decepción que el aficionado del Valencia C.F se llevó ayer después de un resultado que pudo ser peor y la nefasta imagen que dio el equipo de Emery en el estadio atlético.
Los 1.500 valientes que asistieron al espectáculo se dieron cuenta de que su equipo no dejó en el campo lo que ellos se dejaron en la grada. Al grito de “!!! Jugadores, mercenarios !!!” se despedían los valencianistas del feudo rojiblanco.
La semana que viene el encuentro de vuelta en Mestalla con la entrada gratis para los socios, una decisión rápida y acertada, que esperemos sea el revulsivo en un partido en el que los locales necesitan remontar dos goles para superar la eliminatoria, cosa que no sucede desde 1965. Bucarest espera…
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| La afición, la única que se salvó anoche |
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